Buenas noches, queriendo salir del marco social de las empresas, queremos centrarnos hoy en un tema que incumbe y de manera muy amplia a la televisión pública, y a la publicidad en sí.
Hablamos de la retirada de toda la publicidad, aprobada por el Gobierno español de financiación de la televisión pública.
Los efectos a primera vista son claros, la financiación en gran parte de las televisiones públicas viene a manos de los usuarios, que somos nosotros, y también de las empresas de telecomunicación. Esto creará una cadena, en la cual dichas empresas aumentaran precios, y de nuevo, repercutirá sobre los usuarios.
La causa según el Gobierno es crear una televisión pública de calidad, con un modelo transparente y equilibrado, y además hacer 'sitio' a las producciones audiovisuales españolas.
Desde varios puntos de vista, se puede observar que la retirada es para unos cuantos, un punto a favor, ya que en ocasiones se hace aburrido tantos bloques publicitarios cada hora.
Pero desde nuestro punto de vista, repercute más a los usuarios, que a la propia voluntad de incrementar producciones nacionales, y que bajo nuestra opinión, carecen de interés por el publico objetivo español, que otras producciones Norteamericanas, por ejemplo.
Además, de esta forma, se retira una pieza fundamental del puzzle comunicativo, como es la publicidad, sustentadora mayoritaria de muchos medios de comunicación, y ahora eliminada en su totalidad, del panorama público nacional, de un gigante de la comunicación: La televisión.
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